Una mujer de 71 años que se quemó accidentalmente con alcohol de romero falleció el pasado 11 de agosto en la localidad murciana de Yecla tras ingresar en la unidad de grandes quemados del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Ignoro si la causa de este fallecimiento y las características que le rodean se encontraba entre las presentadas en el programa de televisión Mil maneras de morir que recreaba muchas muertes inusuales, la mayoría de ellas muy absurdas, basadas en hechos reales. En cualquier caso, la que recogemos aquí puede ser digna de encontrarse entre esas muertes consideradas como muertes tontas y que me atrevo a calificar como una muerte inocente.

Los hechos

El incidente es muy sencillo. La mujer acalorada por las altas temperaturas que han azotado la península ibérica y en particular la Región de Murcia tuvo la idea (poco afortunada) de rociar diversas partes de su cuerpo con alcohol de romero para refrescarse. Sin duda, la mujer tenía el conocimiento popular de que al echarse alcohol se produce un enfriamiento rápido. Y eso fue lo que hizo para aliviarse el intenso calor ambiental que ese día alcanzaba 45º en varios puntos de la comunidad. Es cierto que el alcohol es un líquido muy volátil y que en el proceso físico de evaporación, que consiste en el paso de una sustancia en estado líquido a estado gaseoso, se produce el fenómeno del enfriamiento. La evaporación es mayor cuanto mayor sea la temperatura (recordemos el mecanismo de enfriamiento del botijo que está basado en este principio).

Lo que desconocía la mujer es que el alcohol de romero es un alcohol etílico, un producto muy inflamable que tiene un punto de inflamación de 11º, es decir que a partir de los once grados de temperatura emana vapores que mezclados con el aire son combustibles, y en presencia de una llama inicia una combustión muy rápida.

Si solo hubiese realizado ese proceso de mojarse con el alcohol para atenuar su calor y refrescarse no estaríamos hablando de esta triste noticia. Todo habría acabado bien y la mujer estaría viva, pero…

Fumar Mata

La tragedia ocurrió cuando tras recibir la refrescante sensación, la mujer tuvo la fatal idea de encenderse un cigarrillo. En la leyenda de las cajetillas se puede leer “FUMAR MATA” y en este caso ha sido una premonición veraz. La llama con la que se encendía el cigarrillo fue suficiente para inflamar la mezcla de los vapores del alcohol que tenía alrededor de su cuerpo y es probable que en partes de su ropa y se inició la reacción de combustión que conocemos como incendio. El fuego rodeó todo su cuerpo y sus ropas inesperadamente.

No disponemos de información de los servicios extrahospitalarios de urgencia que no atendieron esa emergencia, pues la mujer fue trasladada al hospital por alguna persona de su entorno, un vecino o familiar.

El resultado ha sido que en la unidad de quemados del hospital la víctima no ha podido superar las lesiones y ha fallecido.

Los accidentes se pueden prevenir

Aunque puede parecer que este caso es fruto de la casualidad no es así. Si esta mujer hubiese asistido a las charlas de prevención de incendios que debería organizar el servicio de bomberos de la localidad o de la zona para los miembros de la comunidad habría sabido por qué se produce un fuego y como evitarlo, y habría tenido cuidado con el alcohol que es un producto muy inflamable.

Nuestros escolares deberían aprender a prevenir estos accidentes no solo en las clases de química del colegio sino en la asignatura que debería impartirse obligatoriamente sobre sobre emergencias, seguridad vial, prevención de incendios, socorrismo y primeros auxilios, y prevención de accidentes de todo tipo.

Esta asignatura no existe, pero debería existir. A ver cuál es el primer partido que lo incluye en su programa electoral.

Fuente: opra.info